Narratopedia
no es una novela, ni un cuento, ni un video o una reflexión, o bien puede ser
todos ellos, ya que a través de una plataforma digital interactiva ofrece a sus
usuarios un espacio de encuentro y expresión narrativa.
Por Patricia Gómez Supelano
Fotografía de Guillermo Santos
Narratopedia
fue creada hace algo más de tres años por un grupo interdisciplinario
conformado por
un pedagogo, un comunicador, un ingeniero, un investigador de la cibercultura y
un escritor, y liderada por Jaime Alejandro Rodríguez, literato y profesor de
la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. El propósito del proyecto fue
poner en funcionamiento las herramientas necesarias para propiciar la creación
colectiva en el campo de la narración, sacando provecho de las posibilidades
que ofrece la web.
Los
productos consolidados grupalmente en Narratopedia no son historias
tradicionales. Son algo muy distinto, nos explica Jaime Alejandro Rodríguez, y
no podrían juzgarse bajo los criterios de calidad con los que se valora un
trabajo literario. La obra literaria se califica por su cierre; las obras de la
cibercultura son metamórficas, en ellas lo que se examina es el proceso.
También son fluidas y nunca se cierran definitivamente, y son obras-acontecimiento,
es decir, que convocan a la comunidad a que se involucre. Observar y potenciar
ese proceso fue uno de los objetivos al crear Narratopedia, puntualiza el
profesor.
De Gabriella infinita
a Narratopedia
Jaime
Alejandro Rodríguez ubica los orígenes de Narratopedia en su primera novela,
Gabriella infinita, que no gozó de mayor acogida pero que, debido precisamente
a sus características de fragmentación y de excesiva demanda de participación
del lector, se prestó para el desarrollo de varias versiones hipermediales. Las
obras digitales son hipermedias cuando articulan cuatro componentes, explica
Rodríguez, “funcionan con base en el hipertexto (expresión no lineal del
discurso), integran multimedia (utilizan diferentes morfologías de la
comunicación: animaciones, audio, video, etcétera); requieren interactividad
(capacidad del usuario para ejecutar el sistema a partir de sus acciones) y
están abiertas a la conectividad (es decir, a la comunicación on-line, ya sea
porque incluyen enlaces a la red y/o porque su acceso se hace por medio de
ella)”.
Narratopedia
vino después. Jaime Alejandro Rodríguez define la transición así: “A partir de
Golpe de gracia nos encontramos con un punto de quiebre. O nos
dedicábamos a producir obras del modo en que lo veníamos haciendo (es
decir, reuniendo ad hoc equipos especializados, al estilo de los equipos
cinematográficos), lo que resultaba en obras de ‘autor’ para ser usadas más o
menos pasivamente, más o menos interactivamente, o nos lanzábamos a un cambio
de paradigma: la creación colectiva, máxima expresión de la interactividad
participativa. Abandonamos entonces el esquema de la creación de autor para
disponer ahora los medios de la expresión colectiva”.
La
plataforma tecnológica sobre la que fue construida Narratopedia debía facilitar
no solo la publicación de contenidos digitales, sino además permitir su
ordenamiento y propiciar el trabajo colaborativo. Fue así como se eligió un
software social, el Cyn.in Community Edition, un sistema de gestión de
conocimiento de código abierto distribuido bajo la Licencia Pública General
(GNU) o General Public License (GPL), versión 3. Se trata de una tecnología
hindú muy poco conocida en Colombia, anota Rodríguez, pero que tiene la ventaja
de que el código puede ser producido colectivamente y está abierto para que sea
posible hacerle mejoras en función de las necesidades del usuario.
Licencia de autor
Creative Commons, no Copyright
Tanto
esta dimensión técnica como la de producción de contenidos están sustentadas
sobre la base de compartir los contenidos. Por ello Narratopedia se guía por un
tipo de licencia Creative Commons, totalmente distinta a los derechos de autor
Copyright. De acuerdo con ella el usuario autoriza que sus contribuciones
(textos, imágenes, audios, videos, entre otros) se puedan copiar, distribuir,
modificar y comunicar públicamente, siempre que se reconozcan los créditos del
autor o autores. Y, paralelamente a los trabajos de tecnología y diseño de la
plataforma ―y de convocatoria al grupo de usuarios―, se hizo también una
reflexión de lo que significa no solo narrar, sino crear e interactuar y
comunicarse en ese tipo de espacios.
Teniendo
como sustento tales reflexiones, el proyecto ha generado una tesis de maestría
y cuatro de pregrado así como varios artículos publicados, una cartilla técnica
y varias ponencias en ámbitos nacionales e internacionales y algunas
asignaturas en pregrado, posgrado y doctorado que atienden y profundizan
en los temas de la cibercultura.
Mención
especial merece el libro Narratopedia: reflexiones sobre narrativa digital,
creación colectiva y cibercultura, publicado en marzo de 2011 por la Editorial
Pontificia Universidad Javeriana, con la colaboración de Colciencias. En él,
además de dar cuenta de los resultados académicos de la investigación
desarrollada con Narratopedia, se encuentran reseñadas varias experiencias
nacionales e internacionales de
creación colectiva en la web, espacios como Tierra de Extracción,
Literatrónica, Two, Five, Three (253) or Tube Theatre, Wikinovela, Don Juan en
la Frontera del Espíritu, Sunshine 69, Más Respeto que Soy tu Madre y muchos
otros, todos menos famosos que Facebook, Twitter y Youtube, pero en los que las
plataformas no se apropian de los contenidos de los usuarios ya que no están
atados a un interés comercial. Además de los profesores del proyecto
Narratopedia, invitados nacionales y extranjeros relatan en el libro sus
experiencias creativas y académicas.
Una nueva etapa para
el proyecto
Tal
como nos comenta Jaime Alejando Rodríguez, uno de los grandes retos de una
experiencia como esta es, aparte de ofrecer el dispositivo, establecer una
dinámica continuada de participación. Es muy importante acoger a una comunidad
de práctica que realmente quiera apropiarse del dispositivo; de lo contrario,
la dinámica puede verse interrumpida, lo que lamentablemente sucedió con
Narratopedia, que ha estado fuera del aire por un año y medio debido a falta de
recursos. Sin embargo, la solicitud del profesor para que trasladen la
plataforma a los servidores de la universidad ha tenido eco y Rodríguez nos
anuncia que ya hay una persona encargada de la instalación de Narratopedia, lo
que permitirá que a la publicación de este artículo podamos apreciar los
productos que ha dejado la experiencia, como son Ciudad Universitaria y Señora
X.
Y
es que, dadas sus capacidades para la publicación de contenidos digitales y sus
herramientas de trabajo colaborativo, Narratopedia es aplicable no solo en la
publicación de narrativas sino que puede servir para trabajos didácticos y como
plataforma de encuentro para el desarrollo de proyectos de investigación,
propuesta que ya fue presentada por Rodríguez y que forma parte de la nueva
agenda de actividades proyectadas para la plataforma en los próximos meses.